El Jardín de las Emociones

   Los estudios señalan que el bienestar personal y social depende más del cociente emocional que del coeficiente intelectual. Quienes muestran mejores destrezas para manejar sus emociones y relacionarse con los demás son quienes viven más felices y satisfechos, responden mejor ante la adversidad, y tienen más éxito en todos los ámbitos de sus vidas.

    La inteligencia emocional es la capacidad de conocer,  expresar y regular nuestras emociones; es la motivación que nos lleva a persistir en la consecución de nuestros objetivos haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones; es poseer habilidades sociales para interactuar con otros; es reconocer las emociones de los demás y es tener autoconfianza y autoestima. Saber reconocer nuestras emociones y regularlas también nos ayuda a tomar decisiones adecuadas en nuestras vidas.

 

    Estas capacidades pueden adquirirse desde edades tempranas, contribuyendo a que los niños desarrollen una base emocional saludable y promoviendo una acción preventiva importante de cara a su futuro (dificultades en el aprendizaje escolar, conflictos en las relaciones interpersonales, impulsividad, baja autoestima, intolerancia a la frustración, ansiedad…)

“¿De qué  sirve que  los niños aprenden a resolver problemas matemáticos si no saben resolver sus propios conflictos personales? En la aulas tenemos niños de seis años que se orinan encima por miedo a levantar la mano y otros que se dejan pegar con tal de tener un amigo, por lo tanto tan importante es saber sumar como pedir ayuda, saber defenderse, tomar decisiones, respetar, empatizar con el dolor de otro, ofrecer  ayuda, saber escuchar, etc.”

    Leticia Garcés Larrea, Pedagoga y coordinadora de las Escuelas de Padres y Madres por Navarra

 

   En El Jardín de las Emociones, los niños y niñas, a través del juego, desarrollan una amplia gama de habilidades sociales y emocionales, adaptadas a su edad y a su desarrollo evolutivo. Experimentan una serie de situaciones en las que ponen en práctica dichas habilidades “entrenándose” para la vida. Utilizamos juegos cooperativos y creativos para fomentar el desarrollo afectivo-emocional(identificar cognitivamente causas y consecuencias de las diversas emociones, afrontamiento de miedo o enfado, empatía, autoconfianza, autoestima, sensibilidad artística,...) y el desarrollo social(escucha activa, toma de decisiones, resolución de conflictos, estrategias de negociación, confianza en los demás, conductas prosociales....).
¿Por qué utilizamos los juegos cooperativos?
-La competitividad hace ver al otro como enemigo, alguien contra el que luchar, no con quien desarrollarse y construir.
-En los juegos competitivos para que uno gane los demás tienen que perder y en la mayoría de las veces frustra el placer, ya que los jugadores no juegan por diversión sino para obtener una recompensa y el miedo a la derrota impide el verdadero objetivo del juego:divertirse.
-Los juegos en los que los jugadores son eliminados cuando fallan y "castigan" a los que tienen menos destreza fomentan sentimientos de rechazo y desconfianza que minan la autoestima. La eliminación priva de la posibilidad de mejora de los menos hábiles (Maite Garaigordobil, Catedrática de Evaluación Psicológica de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco).

 

 

Objetivos

El objetivo general del taller es sentar las bases para lograr conocer profundamente las emociones y el manejo de las relaciones sociales desde edades tempranas debido a las importantes repercusiones en el desarrollo, ajuste y bienestar psicológico del niño a lo largo de la vida. Los niños aprenden a través de la vivencia y la acción. Es la experiencia directa con los contenidos, a través del juego y la manipulación lo que promueve el aprendizaje. El taller propone una metodología lúdica  y activa a través de narraciones, juegos, expresión artística, la ficción y el uso de marionetas con el fin de que los niños puedan experimentar  las distintas emociones y consigan un aprendizaje emocional y social adecuado.

 

Entre los objetivos especificos se encuentran aprender a conocer y expresar sus emociones de forma adecuada, la importancia del trabajo en equipo, a resolver conflictos, a elegir y pensar libremente respetando las ideas de los demás, a enfrentarse a los miedos, a comunicarse a través de la expresión corporal, a relajarse en momentos de tensión, a reconocer las diferentes emociones en los demás y ponerse en el lugar del otro, a comunicarse de una manera asertiva, a quererse con sus fortalezas y debilidades, a relacionarse adecuadamente, a tomar decisiones...



Grupo de 3-4 años: "Jugando con las Emociones"  en este grupo, de forma paralela al desarrollo de las habilidades emocionales y sociales a través del juego, se trabaja el desarrollo psicomotor con el fin de adquirir nuevas destrezas físicas y lograr un dominio corporal.

Grupo de 4-6 años
Grupo de 7-9 años

 

Al finalizar el taller con los niños, los padres son informados de los aspectos trabajados y recursos utilizados para que  aprendan cómo extrapolarlos  a otros contextos y situaciones familiares y sociales.

 

"Los juegos de aprendizaje emocional son ideales para ayudar a los niños a aprender y practicar nuevas formas de pensar, ante cualquier problema emocional de la infancia" (Shapiro)

 

Las sesiones son una vez a la semana, con una duración de una hora y media. Cada grupo estará formado por un máximo de 6 niños/as.
Infórmate de los horarios de lunes a sabado.
Puedes incorporarte a lo largo de todo el año.
Puedes reservar una clase de prueba llamando  a nuestro teléfono de contacto.

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